Soja y nutrición
Proteína de soja
Propiedades nutricionales
La proteína de soja contiene todos los aminoácidos esenciales requeridos en la nutrición humana: isoleucina, leucina, lisina, metionina y cisteína, fenilalanina, tirosina, treonina, triptófano, valina e histidina. Sin embargo, su contenido de metionina y triptófano es bajo pero se complementa al combinarse con cereales generando una proteína tan completa como la de origen animal (FAO/OMS, 1991).
Proteína de soja
Alimento funcional
Alimento, tanto natural, como formulado, que consumido en condiciones habituales ha demostrado, además de su función nutritiva básica, un efecto mensurable sobre la salud.
Dicho efecto puede consistir en:
- alcanzar mayor bienestar
- una reducción del riesgo de enfermedad
- una mejora de las funciones fisiológicas
Transcribimos aquí parte de la Introducción del Informe �€œSoja y Nutrición�€� que es una recopilación de informes especiales realizada por ILSI Argentina, Marzo del 2004.
La soja es un alimento tradicional y básico para las culturas orientales, sin embargo, en occidente ha sido adoptada recién a partir del conocimiento y la difusión de sus propiedades nutritivas y sus potenciales efectos positivos para la salud. Esto es particularmente cierto en EEUU donde el consumo de productos alimenticios a base de soja a crecido en forma llamativa, fundamentalmente en el segmento de la población más preocupada por la prevención y la alimentación saludable.
Este es un tipo de consumo que podríamos llamar �€œsofisticado�€� dado el perfil del grupo consumidor: personas que buscan alimentos variados, generalmente vegetarianos, orgánicos, etc.
Otro aspecto muy diferente de la utilización de esta leguminosa con fines nutricionales son las intervenciones que se han llevado a cabo como parte de programas internacionales en países como Afganistan (panes tradicionales con harina de trigo enriquecida con soja, Indonesia, Guayana, India y otros (Iniciativa Mundial para la Soja en la Salud Humana, fundación WISHH, www.wishh.org). Los estudios de seguimiento y evaluación de estos programas muestran el valor de la incorporación de la proteína de soja a otros recursos alimenticios tradicionales y el aporte que estos programas pueden hacer a la reducción de la desnutrición infantil.
En nuestro país, por el contrario, no es común el consumo de legumbres en general y de soja en particular, dado que las principales fuentes de proteína han sido históricamente de origen animal. La introducción del cultivo de soja en Argentina hace más de 30 años fue acompañada de iniciativas de difusión de sus aplicaciones alimenticias con grados variables de aceptación y adopción, en particular en grupos especiales de consumidores como los vegetarianos que han encontrado en la soja una fuente importante de proteínas y la han adoptado ampliamente. Sin embargo, la incorporación cotidiana de la soja en la dieta no está muy difundida entre nosotros, y la oferta de productos alimenticios a base de soja no es comparable a la encontrada en otros países.
Para ver el informe completo:
http://www.argenbio.org/adc/uploads/pdf/SojaynutricionILSI.pdf