Productos sin sodio
Rexfos sin sodio y Fosfatos Plus
Colaborar con ingredientes saludables y naturales para la industria alimenticia es una de nuestras premisas al desarrollar productos.
Puntualmente, para nuestros históricos clientes de frigoríficos chacineros, trabajamos en equipo en pos de lograr productos reducidos en sodio y ricos en potasio. En virtud de esto, reemplazamos los fosfatos de sodio de los tradicionales �€œRexfos�€�, por fosfatos de potasio de los nuevos �€œRexfos sin sodio�€� en sus dos variedades:
REXFOS SECOS SIN SODIO: aplicable a chacinados secos fermentados.
REXFOS INYECCI�“N SIN SODIO: aplicable a productos cárnicos frescos, emulsiones, pasta fina cocidas e inyecciones cocidas.
Por otro lado, estamos en pleno desarrollo de los �€œFosfato Plus�€� cuya formulación está pensada para permitir al fabricante de chacinados reemplazar de su fórmula todos los fosfatos de sodio y la mitad del cloruro de sodio. La composición de nuestro �€œFosfato Plus�€� está integrada por fosfatos de potasio, cloruro de potasio y un enmascarador de sabores que permite eliminar el característico sabor metálico del potasio. Tenemos este producto en ensayos a escala piloto, utilizando nuestra planta piloto recientemente instalada.
¿Cuál es el contexto en relación a los hábitos alimentarios y de salud? ¿Por qué desde la industria alimenticia es clave generar herramientas que aporten calidad natural en lo que consumimos?
En el mundo entero se consumen alimentos más ricos en energía que contienen muchas grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal. Esta última es la fuente principal de sodio. El sodio es un nutriente esencial necesario para mantener el volumen plasmático, el equilibrio acido-básico, la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células. Sin embargo, el exceso de sodio tiene consecuencias nefastas para la salud, en particular la hipertensión arterial.
En concordancia con esto, se hace necesario el desarrollo de ingredientes y aditivos para la industria alimenticia libres de sodio porque, no hace tanto tiempo, la producción creciente de alimentos industrializados, la rápida urbanización y la evolución de los modos de vida han modificado tanto los hábitos alimentarios como los hábitos de conducta.
A su vez, otra cuestión que enciende la luz de alerta es la disminución del consumo de frutas, verduras y fibras, siendo las dos primeras fuentes naturales de potasio. Este mineral es un nutriente esencial para el mantenimiento del volumen total de líquido en el organismo, el equilibrio acido-básico y electrolítico, así como para el funcionamiento normal de las células. Además, el aumento de su ingesta disminuye la tensión arterial sistólica y diastólica en los adultos.
Según datos de la OMS, el elevado consumo de sodio (mayor a 2 gramos/día, equivalente a 5 gramos de sal por día) y la absorción insuficiente de potasio (menos de 3,5 gramos por día) contribuyen a la hipertensión arterial y aumentan el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.
Si a esto le sumamos el otro cambio de hábito, que fue pasar de una vida físicamente activa a una vida mucho más sedentaria, conducta que nos conduce al otro flagelo, el sobrepeso y la obesidad, tenemos un combo perfecto para las enfermedades crónicas no transmisibles.
La industria alimenticia y los fabricantes de ingredientes y aditivos tienen que reaccionar frente a esta realidad y la fuerte tendencia de los consumidores de dar marcha atrás para volver a una alimentación más saludable.
Para saber más:
